viernes, 29 de mayo de 2009

Acantilados de Laredo. Cantabria.Capitulo III.

Para terminar la semanuca y esta serie sobre Laredo, hoy en el Mineral Digital os ofrecemos imagenes de algunas piezas particulares de este yacimiento. En la foto superior e inferiores, cristal de azufre piramidal con escalas de crecimiento intercostales, de gran transparencia y brillo, en geoda de calcita, el tamaño del cristal es de 2,5 cm de alto por 1,3 cm de ancho en su base.A continuación una punta de cuarzo blanco semitransparente, rodeada de cuarzo rojo, jacintos en formación, también tiene alguna inclusión roja en la base de la punta. Diametro de esta punta 0,8 cm. La siguen imagenes de otra punta de cuarzo (esta tamaño micro) asomando entre el azufre y festoneada de una linea de cuarzo rojo.
Seguimos con una geoda de celestina pseudomorfizando calcita (comprobación realizada con ácidos) de un blanco azulado, con un par de cristales de celestina tabular azules y transparentes, tamaño de la geoda, 15 cm. de ancho por doce de largo, tamaño del cristal de celestina, 1,5 cm x o,5 cm. Algunos ejemplos de azufre rellenando geodas y en vetas con un grosor de 3 cm. También una geodilla de celestina pseudomórfica de calcita.
Y ya por último, una geoda de calcita y celestinas de color pardo, causado por algún tipo de oxidación.
Espero que os haya gustado esta serie y me despido hasta el lunes, pasad un buen fin de semana.
Texto y Fotografías: Picapiedra

jueves, 28 de mayo de 2009

Acantilados de Laredo. Cantabria. Capitulo II.

Como continuación del post de ayer, hoy os ofrecemos en El Mineral Digital una muestra de los azufres de esta localidad cántabra. Como comprobareis en las imágenes, estos azufres se acompañan de aragonito, calcita y celestina, apareciendo en forma de cristales, vetas granulares y como relleno de geodas. El color es un amarillo limón en su mayoría, aunque en las margas de la orilla, junto al mar, se presentan en un tono amarillo verdoso debido a inclusiones bituminosas y a su alteración por el agua. Estos azufres han sido extraídos en zonas donde el mar no llega a tocarlos, con lo cual conservan su color original. El tamaño de los cristales varía entre los 40 y los 250 milímetros de largo, aunque hemos encontrado cristales flotantes de hasta 350 Mm. Bajo luz ultravioleta presentan un tono verde oscuro intenso, contrastando con la fluorescencia azulada de las celestinas acompañantes, o la blancura azulada de calcitas pseudomorfizadas por las propias celestinas, nos ha sido imposible conseguir unas buenas fotos de esta fluorescencia, ya que la cámara no llega a recoger ese tono verdoso que apreciamos de visu, por ser muy mate, con lo cual quedan las imágenes muy oscuras e inapreciables. En las imagenes inferiores podeis apreciar la misma pieza con dos luces diferentes, como vereis el color verde del azufre apenas se aprecia mas que como una mancha oscura.Celestina bajo luz UV-OL en foto superior
La extracción de estos azufres es complicada ya que este es un mineral extremadamente frágil, al encontrarse rellenando geodas se fractura con mucha facilidad cuando las abrimos, y tiende a desmoronarse, dejándonos con la geoda semivacía y abundantes cristales flotantes entre las manos. Aún así y con mucho cuidado y paciencia alguna pieza consigue salir más o menos intacta. Es muy importante envolverlas cuidadosamente para su traslado si no queremos llegar con la mochila llena de cristalillos sueltos y matrices vacías. Hemos encontrado abundante clorita masiva como mineral acompañante de la paragenesis, así como vacuolas limoníticas y un mineral metálico aún por identificar, este último mucho más escaso, el cual se presenta en cristales prismáticos de apenas 30 milímetros y con una ligera oxidación que le da un tono cobrizo, podría tratarse de una simple pirita, aunque la tabulación de estos cristales nos despista un poquito, esperaremos al análisis DRX para confirmar o no esta primera impresión.También y como no podía ser de otra manera aparecen pequeñas puntas de cuarzo micro de tonos rojizos (jacintos) y transparentes, así como yesos rojos laminares acompañando estas matrices, la abundancia de yeso en esta franja litoral es inacabable. Para terminar citar la presencia de ortosas en cristales no terminados, asociadas a las margas y yesos.
Texto y fotografías: Picapiedra

miércoles, 27 de mayo de 2009

Acantilados de Laredo. Cantabria. Capitulo I.

Si por algo se distingue nuestra región es por la singularidad costa/montaña, algo que atrae en los meses de verano a muchísimos turistas de allende nuestras fronteras. Es Laredo una localidad marinera y turística de primer orden, donde disfrutar de extensas playas bañadas por el mar cantábrico. Muy cerca, en esta línea de costa se encuentra uno de los puntos de interés geológico más importantes de Cantabria, el diapiro de yeso de Liendo, una extensión de yesos de casi un kilómetro de largo que cae perpendicularmente al mar, antiguamente explotado por el hombre, de lo cual aún se conservan restos mineros, el cargadero, la planta de tratamiento, las sendas en el acantilado y alguna galería semidesplomada, a esta zona se la conoce también como Aguasmalas, ya que allí donde el diapiro tiene contacto con el mar se produce un enturbiamiento de este. Aquí los yesos se presentan de forma masiva y en colores variados, ya sean rojos, negros, blancos o verdes, antiguamente se extraía azufre junto con los yesos, ya que toda esta franja del litoral formó parte de una zona volcánica submarina en forma de fumarolas, las cuales afloraron hasta formar parte de la línea costera de estos acantilados.Hoy os presentaremos uno de los minerales que hemos extraído, más atractivos de esta franja costera, las celestinas. Las cuales se presentan en geodas de calcita, con colores transparentes, blancos o azules, en tamaños que oscilan desde uno a seis centímetros de largo, algunos cristales son realmente grandes, ya que su grosor alcanza los tres centímetros, otros llaman la atención por su estilizada forma y su transparencia, hallándose también en geodas de celestina pseudomórfica de calcita.
La extracción se ha realizado manualmente, a maceta y puntero, algo primordial para preservar los cristales, los cuales tienen tendencia a estallar a las primeras de cambio, siendo esta una tarea dura y complicada por la paragenesis de los bolos donde se encuentran ubicados, algunos de estos bolos de más de cinco kilos de peso son especialmente complicados de abrir sin dañar las geodas interiores. Una labor dura pero satisfactoria a tenor de los resultados obtenidos, estas imágenes que os mostramos representan apenas una pequeña parte de las piezas extraídas, esperemos que os gusten y que sirvan de aperitivo para el segundo capitulo de esta salida, donde os mostraremos otro de los minerales principales de este yacimiento.
Texto y Fotografías: Picapiedra
 
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