lunes, 31 de enero de 2011

La Boggsita. Un mineral más valioso que el oro.

El Mineral Digital con el que terminamos este mes de Enero, lo dedicamos a la Boggsita, un mineral del grupo de las zeolitas, muy escaso y raro de encontrar, gracias al cual, cientificos españoles han conseguido lograr unos avances químicos de gran utilidad en el futuro,llegando incluso a patentar diferentes metodos que pretenden reducir los residuos de la industria química.

"Es un mineral tan escaso como extraordinario. Descubierto en 1990 en tierras de Oregon (EE.UU.), la boggsita tiene poros del tamaño de moléculas. Pero además tiene poros de diámetros distintos por los que se pueden hacer pasar moléculas distintas.

Con estas características, es un mineral ideal para aumentar la eficiencia –y reducir los residuos– de múltiples reacciones en la industria química. Tiene un gran potencial para la química verde, pero tiene un inconveniente: apenas se han descubierto unos gramos de boggsita en todo el mundo.

De ahí que en los últimos años varios equipos de investigación hayan intentado crearla en laboratorio para producirla en grandes cantidades. Sin éxito hasta ahora. Es lo que han conseguido Avelino Corma y Fernando Rey, que han desarrollado una nueva técnica para construir estructuras químicas complejas.

Esta técnica es útil más allá de la boggsita y ya se ha utilizado para diseñar nuevas moléculas de interés industrial. Los resultados de su investigación se presentaron en noviembre en la revista Science.


AVELINO CORMA
Nacido en Moncófar (Castellón) en 1951, Avelino Corma es director del Instituto de Tecnología Química de Valencia, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València.

Doctorado en Química por la Universidad Complutense de Madrid, amplió su formación en la Queen’s University de Kingston (Canadá), donde permaneció entre 1977 y 1979.

Regresó a España como investigador del CSIC en 1979. En 1990 fundó el ITQ, que ha dirigido desde su creación.

FERNANDO REY
Fernando Rey (1963) es profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Tecnología Química de Valencia (ITQ).

Realizó el doctorado en el ITQ y amplió su formación en la Royal Institution de Londres (Reino Unido), donde permaneció entre 1993 y 1995.
Volvió a España en 1995 para reincorporarse al ITQ."

Fuente: La Vanguardia

Texto: Josep Corbella

Imagenes: Ricardo Pimentel, Josep Corbella.

Enviado: Lluis Silos.

Composición: Picapiedra

jueves, 27 de enero de 2011

Los metales que hacen peligrar la revolución tecnológica verde.

La entrada del blog de hoy la dedicamos a un excelente articulo de Clemente Alvarez, autor del blog "EcoLab, Laboratorio Ambiental" donde nos instruye acerca de los riesgos que implican las llamadas "tierras raras" y los metales que necesitamos de ellas.

"¿Qué tienen en común algunas baterías de coche eléctrico y botellas de color azul? La respuesta es que los dos utilizan cobalto, un metal raro del que se producen en el mundo unas 71.800 toneladas al año.

El cobalto también es una de las materias primas consideradas críticas para Europa, junto al antimonio, el berilio, la fluorita, el galio, el germanio, el grafito, el indio, el magnesio, el niobio, los metales del grupo del platino, las tierras raras, el tántalo o el wolframio (tungsteno). Según un informe presentado el verano pasado por la Comisión Europea, estos 14 materiales usados en tecnologías emergentes tienen una gran importancia para la economía y a la vez que un alto riesgo de escasez para el continente. Y esto ocurre, sobre todo, porque la mayor parte de su producción mundial proviene de unos pocos países: China, Rusia, República Democrática del Congo o Brasil.

Como el cobalto, son cada vez más los metales que se utilizan hoy en día para aplicaciones de todo tipo a nuestro alrededor. Sólo en un ordenador personal puede haber 30 tipos de ellos diferentes. Como incide el libro ‘Quel futur pour les métaux?’, publicado de forma reciente por dos ingenieros franceses Philippe Bihouix y Benoît de Guillebon, en 30 años la humanidad ha más que triplicado el número de metales que utiliza en la industria. Y es que las nuevas tecnologías que tanto están cambiando el mundo han provocado también una explosión de la demanda de estos materiales. Lo malo es que algunos de ellos son raros o están controlados por unos pocos países (y para mayor complicación, en las aplicaciones más punteras son requeridos de una gran pureza).

Esto que afectaría a muchos sectores, plantea una difícil cuestión para las llamadas tecnologías 'verdes': se supone que los problemas ambientales y energéticos obligan a desarrollar nuevas tecnologías, como las energías renovables o el coche eléctrico, pero estas innovaciones ‘verdes’ pueden chocar ahora con el problema de los metales. ¿Se reproducirán las tensiones del petróleo con los metales? “Queremos hacer comprender a la gente que hay que parar de pensar que la tecnología nos salvará siempre”, comenta De Guillebon, director del centro tecnológico ambiental Apesa e ingeniero especializado en metalurgia. “Hoy se tiende a considerar que como tenemos una economía financiera que no funciona, la solución está en ir a una economía ‘verde’, y como tenemos problemas con las energías fósiles pues hay que cambiar a la fotovoltaica y la eólica, pero detrás de la problemática de la energía, y del ‘peak oil’, está llegando otra muy importante que es la de los recursos naturales, en particular, la de los metales”.

El libro de los ingenieros franceses repasa la situación de los materiales más críticos:

-En el caso concreto del cobalto, sus particularidades hacen que en algunas aplicaciones sea difícil de sustituir. Además de en baterías de níquel-hidruro metálico (Ni-MH) y de iones de litio (Li-Ion) de los coches eléctricos, también se utilizan en superaleaciones y en el circuito primario de reactores nucleares de agua a presión. En forma de óxido de cobalto, es un aditivo con el que volver azules botellas de vidrio (una moda en envases de agua mineral). Sin embargo, su importancia estratégica choca con el hecho de que la mitad de su producción provenga de la República Democrática del Congo.

-El galio y el indio son dos metales muy raros a escala planetaria claves para aplicaciones como los LED y algunas células fotovoltaicas, pero también para comunicaciones de fibra óptica, pantallas de cristal líquido o pantallas táctiles. Aunque se estima que la cantidad disponible de estos dos elementos en la Tierra es elevada, se trata de subproductos de otros metales y los recursos accesibles son limitados. Sus precios están entre 500 y 700 dólares el kilo.

-Las llamadas tierras raras no son tan raras, ni están todas en China. A pesar de su nombre, este grupo de 16 metales(1) -utilizados en aerogeneradores eólicos, motores eléctricos, bombillas de bajo consumo, pero también en pantallas de televisión y otros muchos productos tecnológicos- es relativamente abundante y está bastante repartido en la corteza terrestre. Ahora bien, además de no haber muchos yacimientos importantes fuera de China, su explotación es complicada y tiene un especial impacto ambiental. El mantenimiento de los precios bajos por parte de China (con unas normas ambientales menos severas y una mano de obra más barata) es lo que ha provocado que el 95% de la producción de las tierras raras se concentre hoy en este país asiático. Esto ha creado una situación delicada, mas cuando China ha empezado a recortar sus exportaciones para reservarse parte de estos metales para su industria. “Los estadounidenses, que tienen tierras raras, dejaron cerrar sus minas para evitar problemas de contaminación, lo que probablemente vamos a ver en los próximos años es que vuelva a haber producción en EEUU o en Australia, pero con tierras raras que van a ser mucho más caras, pues tendrán que cumplir unas normas ambientales diferentes a las chinas”, comenta De Guillebon.

-Los metales del grupo del platino resultan esenciales en una enorme cantidad de aplicaciones, pero también algunos de ellos, como el propio platino o el paladio, son metales preciosos empleados en joyería. Un teléfono móvil convencional puede contener unos 16 gramos de cobre, 0,35 gramos de plata, 34 mg de oro, 15 mg de paladio y 0,34 mg de platino. Aunque la demanda de estos metales no deja de crecer, su oferta resulta muy restringida y cerca del 90% de la producción mundial de platino se concentra en dos países: Sudáfrica y Rusia (Otro dato: los ingenieros franceses estiman que por cada tonelada de mineral se obtienen de 4 a 7 gramos de platino). Esta situación puede complicarse aún más: el platino resulta por ahora también esencial para las pilas de combustible de los coches de hidrógeno. Se utiliza como catalizador para transformar el hidrógeno y el oxígeno en electricidad.

-Son más los metales críticos para todas las tecnologías. En el campo ambiental, otro de los casos más destacados es el litio, cuyas reservas se localizan principalmente en salares de Bolivia y Chile. El litio resulta hoy en día fundamental para las baterías de ordenadores portátiles, de teléfonos móviles y también de los coches eléctricos que se espera que empiecen a circular por las ciudades. Para los ingenieros franceses -que calculan que para una batería de coche eléctrico (con una autonomía de unos 300 kilómetros) se necesitan unos 20 kilos de carbonato de litio y unos 3 kilos de cobalto-, la suma de las necesidades de este material hacen inviable la utilización de esta tecnología para la expansión a gran escala del coche eléctrico. Por su parte, la Comisión Europea no ha incluido de momento el litio en su primera lista de materias primas críticas, pero sí indica que en los próximos diez años puede producirse un desequilibrio entre la oferta y la demanda, por lo que incide en la importancia del reciclaje.

¿Hasta que punto la escasez de estos metales puede solucionarse mediante el reciclaje? A diferencia de otros materialeslos metales pueden reciclarse una y otra vez de forma indefinida. Así pues, en teoría se podría utilizar los metales de productos en desuso para fabricar otros nuevos. Sin embargo, existen limitaciones, como demuestran las botellas azules.

“El reciclaje puede ser una pista, pero para eso hay que concebir los productos desde el principio para que sean fácilmente reciclados, hoy no resulta sencillo recuperar los metales de un teléfono móvil”, comenta De Guillebon, que también asegura que la pureza requerida para algunas aplicaciones tecnológicas no permite a veces utilizar materiales que provengan del reciclaje.

Cerrar el círculo de los metales para que sean utilizados una y otra vez multiplica su disponibilidad (en el caso del aluminio reduce además de forma drástica el gasto de energía). Como hemos visto en Eco Lab, un ejemplo de ello podría ser lo que pasa hoy en día en España con el plomo, cuya principal fuente para la fabricación de las baterías convencionales de los coches son las propias baterías de los coches en desuso. Sin embargo, como incide el ingeniero francés, para que el reciclaje fuese realmente una solución y no un aplazamiento del problema para futuras generaciones, habría que cerrar completamente el círculo, lo que resulta imposible no sólo por las exigencias de pureza en algunos usos, sino también por otras muchas aplicaciones que van a favorecer la dispersión del material.

Con el plomo de las baterías esto ocurre cuando el metal reciclado llega a una fábrica de perdigones. Los ingenieros franceses incluyen en el libro una lista de usos dispersivos de los metales: uno son los pigmentos para colorear botellas (siendo el color también un factor limitante del reciclaje del vidrio), pero son muchos más los ejemplos en productos cosméticos, tintas, lubricantes, usos agrícolas, aditivos de los plásticos, fuegos artificiales… Aunque muchos son metales con los que no se espera tener problemas, otros sí pueden escasear en el futuro.

“Reciclaje sí, pero también hay que parar de aumentar nuestro consumo. Estamos llegando al límite con los metales y hay que pensar de otro modo”, subraya el francés. “Hay dos cuestiones clave: la escasez y los aspectos geopolíticos, en Europa no tenemos metales”. “Espero que encontremos soluciones inteligentes antes de entrar en conflictos entre países”.

Fuente: EcoLab.

Texto: Clemente Alvarez.

Imagenes: La Reserva.com

Composición Picapiedra

martes, 25 de enero de 2011

Recuperan el pasado minero de Villanueva de Oscos. Asturias.

Un día más actualizamos el Mineral Digital haciéndonos eco de una rehabilitación minera, en este caso en particular se trata de tres explotaciones mineras en la vecina Asturias.

Dice el alcalde de Villanueva de Oscos, José Antonio González Braña, que los mayores del concejo aún recuerdan los tiempos en los que la mina Peña Tascón funcionaba a pleno rendimiento. Y es que la comarca de los Oscos tiene un relevante pasado minero que ahora el Ayuntamiento, con el apoyo de la Consejería de Industria, quiere recuperar con fines turísticos.

El proyecto tiene una inversión de 538.104 euros y, en su primera fase, está articulado en cuatro actuaciones. La más ambiciosa está situada en la fundición de A Ferrería, un centro de tratamiento de mineral de hierro de primera transformación que trabajó al servicio del Monasterio de Santa María de Villanueva. En este caso, Industria propone la recuperación del circuito y las dos ruedas hidráulicos. Se ubicarán dentro de un edificio de 360 metros cuadrados en el que apenas se intervendrá.

Por presupuesto, la segunda actuación en importancia es la que se concentrará en la mina de hierro de Peña Tascón. Se recuperarán dos bocaminas y se trazará un pequeño itinerario a pie. Además, se instalará una vagoneta con raíl que permita al visitante hacerse una idea de cómo funcionaba la explotación.

Se actuará en dos minas más, la de Busdemouros, donde se colocará un panel informativo y un área de descanso ya que no fue posible localizar la bocamina, y también en As Cárquivas. El atractivo de esta última es que es uno de los escasos ejemplos que existen en Asturias de minería de oro de interior. Estas cuatro actuaciones, si el tiempo lo permite, estarán listas este año.

El consejero de Industria, Graciano Torre, se desplazó ayer a Villanueva para presentar el proyecto y allí insistió en que su consejería no hace museos, sino que sólo revaloriza las instalaciones mineras. No obstante, hay una segunda fase de actuación de todo este proyecto en la que ya trabaja el Ayuntamiento de Villanueva y que sí contempla el aprovechamiento museístico.

Esta segunda fase se concentra en la rehabilitación parcial de la fundición de A Ferrería, que permite cerrar todo el proceso del tratamiento del hierro en la comarca y además recuperar una de las pocas fundiciones que quedan en el Principado. La fundición está ubicada en un terreno comprado en 2010 y muy próximo al núcleo de Santa Eufemia.

Los planes municipales pasan por construir un aparcamiento, un espacio museístico -aún en fase de definición- y también en recuperar la casa del administrador. Esta vivienda se ofrecerá a una familia de ferreiros para que gestione el equipamiento con fines turísticos. «Nuestra idea es que no suponga un coste museístico importante, que el proyecto pueda defenderse por sí mismo», precisa el regidor.


Fuente: La Nueva España

Texto: T. Cascudo

Imagenes: T.Cascudo y Mitologia Asturiana.

Enviado: Alfonso Tamudo.

Composición: Picapiedra

lunes, 24 de enero de 2011

Una muerte anunciada: La mina Malaespera. Bilbao. Vizcaya

El Mineral Digital de hoy lo dedicamos a uno más de los yacimientos españoles que en los últimos años han ido colapsando y quedando cerrados para la mineralogía. Se trata de esta antigua explotación de Zn-Pb-Cu-Fe situada entre el Barrio San Adrían (Miribilla) y el Barrio La Peña (Arrigorriaga) en Bilbao. Esta mina se cerró en 1969.

En las decadas de los 80 y los 90 se extrajeron de ella por parte de diversos mineralogistas, estupendos ejemplares de Esfalerita, variedad Marmatita, Galena y Siderita, muchos de los cuales figuran en colecciones públicas y privadas por todo el país.

Imagenes superiores: Esfalerita (Marmatita) sobre dolomita. Colección Picapiedra
Imagens superiores: Inclusiones de Cloritas en Cuarzo sobre Siderita. Colección Picapiedra.

El nuevo siglo representa para esta mina el comienzo de su declive como enclave mineralogico, la construcción de la ampliación de Bilbao, con nuevas edificaciones e infraestructuras, se topa con las antiguas instalaciones mineras, diversos estudios elaborados por el Gobierno Vasco, se llevan a cabo con el fin de conocer la estabilidad de dichas instalaciones, de cara al soporte de carga de las nuevas edificaciones, dichos estudios detallan que la capacidad de carga y soporte es cuatro veces superior al peso soportado, y que exceptuando algunas galerías que han de rellenarse con hormigón, por ser muy superficiales, el resto de la mina alcanza unos niveles de soporte óptimos.

Imagen superior: Cloritas sobre Siderita. Colección Picapiedra

Es por ello que se continua con la edificación del nuevo barrio de Miribilla, y también el que en el 2003 se llegue a solicitar por parte de la empresa Cavosa Obras y Proyectos SA, propiedad de SACYR Vallehermoso, el aprovechamiento de la estructura subterranea de la mina, desconocemos con qué fin, ya que nunca se llevó a cabo, según la memoria minera de la propia empresa.

A raiz de la elaboración del “Plan de suelos contaminados del País Vasco 2007-2012” se comienza a investigar la contaminación de antiguos suelos industriales y mineros de esta zona, los cuales afectan directamente al río Nervión. En el 2008, el proyecto de rehabilitación del campo de fútbol de Aitxarte, situado junto a la entrada de la Malaespera, en el barrio de La Peña, se vé interrumpido por el hallazgo de suelo contaminado en él. La investigación de dicho suelo la lleva a cabo la empresa Labein –Tecnalia, la cual realizó 23 sondeos y analizó 121 muestras. En total se detectaron en concentraciones moderadas elementos contaminantes en 13 catas y en concentraciones fuertes en otras 5. La mayoría de ellas en la mitad norte de la parcela, sobre todo en la esquina noroeste, y a gran profundidad, incluso a 13 metros. Entre los componentes hallados "hay de todo", sobre todo metales pesados, disolventes, pesticidas y aceites, consecuencia del pasado de este terreno como posible escombrera. El terreno se usó, además, como depósito de los vehículos destrozados en las inundaciones de 1983.


Entre este “de todo” se halla el Lindano, el cual es un insecticida organoclorado que es moderadamente tóxico y puede ser moderadamente peligroso para los seres humanos si se manipula incorrectamente o sin precaución. Es bastante persistente en el medio ambiente. Es por tanto esencial que se observen las correctas precauciones durante su manipulación y uso. Las sintomatologías presentada por intoxicación con lindano son: náusea, inquietud, dolor de cabeza, vómito, temblor, ataxia, convulsiones tónico-clónicas y/o cambios en las pautas del EEG. Puede concluirse de unos cuantos estudios agudos y a corto plazo en los seres humanos. A un nivel de dosis de aproximadamente 1.0 mg/kg peso corpóreo, no induce envenenamiento pero a un nivel de dosis de 15-17 mg/Kg peso corpóreo dará lugar a síntomas de intoxicación grave. Aproximadamente el 10% de una dosis aplicada vía dérmica se absorbe a través de la piel humana, pero la absorción aumenta si la piel está dañada.

El lindano puede representar un peligro tóxico para las especies acuáticas y terrestres. Puede entrar en la cadena alimentaria y dar lugar a bioacumulación y biomagnificación, específicamente para los peces; es también bastante persistente en el medio ambiente. En el caso de un importante incidente de contaminación medioambiental, debería llevarse a cabo un apropiado control.

Imagen superior: Esfalerita acaramelada. Colección Picapiedra.

Este Lindano fue vertido por varias industrias químicas (Bilbao Chemicals, Nexana) que producían pesticidas (Hexaclorociclohexano o HCH, uno de cuyos isómeros es el famoso Lindano o gamma-HCH), las cuales se estuvieron deshaciendo de los residuos mediante el clásico "vertido incontrolado" entre los años 70 y 90, convirtiendo toda la margen izquierda de la ría de Bilbao (Bilbao, Baracaldo, Sestao, Valle de Trapaga, Portugalete, Santurce, Gallarta, Abanto, etc...) en un campo minado de residuos químicos de pesticidas. El affaire con las empresas (propiedad de las multinacionales Merck y Boehringer) se cerró con un acuerdo político por el que pagaron 4 millones de euros y tras el que obtuvieron inmunidad total, importe que ha quedado ridículo ante el coste que ha supuesto y siguen suponiendo las apariciones de dichos contaminantes en los lugares más inesperados. La sociedad pública Ihobe tuvo que lidiar con la búsqueda de soluciones técnicas, siendo las soluciones adoptadas: para las aproximadamente 5.000 tn. de residuo "puro" (sin mezclar con tierras), un proceso industrial mediante el cual se "crackeaba" el HCH (destruir el HCH a una temperatura de 150° mediante una reacción química que lo convierte en cloruro de sodio (sal), triclorobenzeno (TCB) y agua); para las ingentes cantidades (>600.000 m3) de tierras con diversos contenidos en HCH, el confinamiento en 2 celdas de seguridad (una junto al vertedero de RSU de Barakaldo, otra junto al aeropuerto de Sondika/Loiu). Al parecer, algunas de esas actuaciones se ejecutaron sin todos los permisos o licencias preceptivas, argumentándose que los plazos necesarios para su obtención hubiesen supuesto el mantenimiento de una situación (vertidos incontrolados por un área densamente poblada, poniendo en juego la salud humana, la protección de las aguas superficiales y subterráneas, etc.) que suponía un riesgo mucho mayor que la ejecución de los diversos proyectos (retirada, unificación y almacenamiento temporal de los residuos, planta de tratamiento, celdas de seguridad...). Y finalmente diversas organizaciones ecologistas han terminado denunciando (en los juzgados) a los responsables políticos de entonces por haber vulnerado la propia normativa ambiental, etc…

Sigamos, en 2009 se diseñó un plan de excavación selectiva para el traslado a vertedero de los residuos que se localizasen en la zona de los futuros vestuarios del campo de fútbol, donde estaba previsto intervenir en primer lugar. Según propias palabras del alcalde de Bilbao:

“Merece la pena que las instituciones públicas vayamos contribuyendo a limpiar todo lo que otros dejaron, en una época salvaje en la que se tiraba donde se podía y se quería. Esto es producto de la época industrial, y la Ría es un ejemplo. Terreno que cojamos el Ayuntamiento, terreno que limpiaremos, con el gasto que suponga".

Y vosotros, lectores del Mineral Digital, os preguntareis que para qué os cuento todo esto y en qué afecta a esta mina, es sencillo y fácil de explicar, La mina colapsó hará unos 3 meses, entre Octubre y Noviembre del 2010, los techos se vinieron abajo, colapsando la galería principal a unos 40 metros de la entrada, la cual se halla a unos 20 metros del campo de fútbol. La “excavación selectiva” que se estaba llevando a cabo en dicho campo de futbol, había provocado un desplazamiento de lodos tóxicos, del propio campo a la mitad de la corta, poca cantidad, apenas unas 20 toneladas, engullidas por la vegetación de plumeros y bardales circundantes, el resto de esta “excavación selectiva”, unas 300 toneladas, aproximadamente, descansan ahora mismo, en Enero del 2011, dentro de la bocamina de la Malaespera, aprovecharon el colapso de la galería, queremos creer que este se produjo de forma natural, ya fuera por las lluvias invernales, por el desequilibrio que provocaron las voladuras del Bilbao Arena, o por la autovía que la pasa por encima, como decía, aprovecharon este colapso, para llenar todas las galerías auxiliares de la mina, así como la galería principal, de dichos suelos contaminados, es decir, que ni se trasladaron a un vertedero, ni se crackearon, ni se limpiaron, se guardaron debajo de la alfombra, con la aparente ayuda y connivencia de la institución o persona que facilitó las llaves de la bocamina para ello.

Y este es el fin de otro triste episodio minero, una explotación mineralogicamente muy interesante, y que podría haber sido parte importante del Patrimonio Histórico Minero Español, ha sido engullida por el auge de la construcción y el progreso, pasando a ser un infecto vertedero químico incontrolado.

A la hora de buscar culpables, que cada cual saque sus propias conclusiones.

Imagen superior: Picapiedra en la bocamina de la Malaespera. Diciembre 2010.

Un saludo tóxico.

Texto e imágenes: Picapiedra

Ortofoto: Pablo Viñals


sábado, 22 de enero de 2011

Cantera Verdenueva o Cantera Candesa. Otro etiquetaje incorrecto en la mineralogía española.Camargo. Cantabria.

Habitualmente en el Mineral Digital nos gusta especificar y aclarar los diferentes errores de etiquetaje que se producen a lo largo del tiempo, hoy le dedicamos esta entrada a una cantera de nuestra región, la Verdenueva, una ampliación de, la cantera La Verde, de la cual se lleva tiempo extrayendo Calcitas de colección.
Comenzaremos por explicar el origen del incorrecto etiquetaje que se ha dado en llamar: "Cantera Candesa". Como se puede comprobar en el mapa adjunto, existen tres canteras conjuntas en esta zona de Camargo, la antigua cantera del Moro, donde se ubican las instalaciones de la empresa de aridos Candesa, más al norte,al otro lado de la carretera se encuentra la Verdenueva, perteneciente al grupo empresarial Canteras La Verde SA, de donde se han extraido gran parte de las Calcitas para colección, y un poco más al norte lindando con esta se encuentra la antigua Cantera La Verde, de donde se han extraido también muchas de estas piezas.
A raiz de la construcción de un nuevo ramal de las autovías del Cantábrico, la Ronda de la Bahía, se produce una necesidad de árido para cementación del firme de esta autovía nueva, la cual atraviesa Camargo, pasando por delante de las instalaciones de Candesa en la Cantera del Moro, fruto de esta necesidad de arido, la empresa Candesa llega a un acuerdo para explotar la ampliación de Canteras La Verde, es decir, la corta de la Verdenueva, con el fin de suministrar dicho arido para la autovía.
De aquí nace la confusión acerca del etiquetado de estas piezas, ya que cualquier aficionado que lea: Calcitas de la Cantera Candesa, indefectiblemente se acercará a recoger muestras a la cantera del Moro, donde no hallará nada, ya que dicha cantera se utiliza como planta de machaqueo, acopio de finos etc....
Sin embargo, el etiquetado correcto: Calcitas de la Cantera Verdenueva, indicará el lugar concreto de donde estas piezas proceden realmente, sin dar lugar a errores ni perdidas de tiempo.
Acostumbrados como estamos a estos errores, así como a que dichos errores sean reiterados e incluso institucionalizados, por aquellos que deberían de velar por la correcta referenciación de la mineralogía española, aún más si cabe, cuando dichos etiquetajes figuran en museos e instituciones publicas, constatamos, una vez más, que el ego de los que rigen dichas instituciones y museos se encuentra por encima de la realidad mineralógica española, y que la rigurosidad ha pasado a ser una virtud del coleccionismo de aficionados, y una tremenda carencia del coleccionismo museistico español, incitado esto último por la testarudez y protagonismo, de ciertos señores, que pretenden imponer sus opiniones, por delante de la realidad mineralogica actual.
Decir que esto es lamentable, es decir poco, podría plantear diez casos similares acaecidos en los últimos diez años, sin embargo, sé por experiencia propia, que los aficionados españoles etiquetan y referencian sus hallazgos con la rigurosidad adecuada, y fruto de dicha rigurosidad son las nuevas referencias que se van aportando a aquellas obras, webs e informaciones que realmente se encuentran exentas del ego espurio y cateto que puebla nuestra mineralogía institucional y capitalizada.
Un saludo picapedrero.

Texto: Picapiedra
Imagenes: Juanjo Losada, Picapiedra, Sigpac Visor y Google Maps.
Composición: Picapiedra


jueves, 20 de enero de 2011

Estroncianitas de Busot. Alicante. Un nuevo hallazgo español.


El Mineral Digital de hoy lo actualizamos con la reciente noticia de un nuevo hallazgo mineralógico español, algo que no se dá frecuentemente, y que siempre es cuestión de celebrar.
El mineralogista Vicente Marhuenda ha sido el descubridor de de este mineral, la Estroncianita, la cual y a pesar de estar citada en nuestro país, no se había encontrado nunca con esta calidad y presencia, así que hemos de felicitar a Vicente por ello y por el riguroso trabajo de análisis que ha llevado a cabo para determinar la especie.








Las muestras de este mineral que veis en este reportaje fotográfico nos han sido facilitadas por Honorio Ramón Mira, miembro de la Asociación Mineralogica y Paleontologica de San Vicente del Raspeig, compañero de salidas del propio Vicente Marhuenda, al yacimiento de Busot.













Si quereis obtener más información acerca del hallazgo de este mineral, del yacimiento y demás, debeis solicitar el número que saldrá a la venta en Diciembre del 2011 de la revista "Paleomina", la revista de la AMPSVR aquí:











Texto e imagenes: Picapiedra
 
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