martes, 31 de enero de 2012

La herencia de James Smithson.

El químico y geólogo británico James Smithson nació en París en 1765. Era hijo bastardo de sir Hugh Smithson, primer duque de Northumberland, uno de los grandes mecenas del siglo XVIII. Su madre era la viuda de John Macie, por lo que el joven Smithson se llamó Jacques Louis Macie durante su infancia y juventud. Solo a la muerte de su madre, en 1800, decidió cambiar su apellido por el de su padre biológico y el Jacques francés por el británico James.

En 1782, se matriculó en la Universidad de Oxford para estudiar Química, graduándose cuatro años después. En seguida demostró un especial interés por las ciencias naturales y adquirió una gran reputación como químico analista y mineralogista, a pesar de que en aquella época no existía gran información sobre estos temas.

Trabajó afanosamente para recoger muestras de mineral, tanto en Inglaterra como en otros países europeos, llegando incluso a poner en riesgo su vida como sucedió durante una expedición a las nuevas Hébridas.

Aunque era un hombre rico, trabajó duramente para hacerse un hueco en la ciencia y pronto se ganó el respeto de sus colegas. De hecho, con tan sólo 22 años, fue elegido el más joven miembro de la Royal Society.

Visitó Florencia, París, Sajonia, y los Alpes suizos en busca de cristales y minerales con los que realizar experimentos y descubrir y clasificar sus propiedades elementales. Llegó a reunir millares de ejemplares.

También realizaba minuciosas observaciones sobre el clima, las características físicas y la estructura geológica de las localidades visitadas, así como de las características de sus minerales, de los métodos empleados en la minería o fundición, y en todo tipo de manufacturas. Investigó la ceolita y la alúmina. En 1802 demostró que los carbonatos minerales de zinc eran –efectivamente—auténticos carbonatos, y no óxidos de zinc como se pensaba. Y fue el inventor del término silicato.

Smithson publicó al menos 27 artículos científicos sobre química, geología y mineralogía, con temas tan variados como el análisis de minerales, la identificación de mejoras en el soplete y otros aparatos, la composición química de la lágrima de una dama, la forma cristalina de hielo, y un método mejorado de hacer el café. Conoció a los científicos más destacados de su época como Cuvier, Berzelius, Hutton, Cavendish o Priestley. Influido por la Revolución Francesa, también se dedicó a la reforma social y la educación de las clases bajas.

A su muerte legó su fortuna de 120.000 libras esterlinas, heredada de la familia de su madre, a su sobrino Henry James Hungerford. Pero con una condición. Si el sobrino moría sin descendencia, el legado pasaría a los Estados Unidos para fundar en Washington un Instituto científico que llevara su nombre. Este fue el origen de la famosa Institución Smithsoniana, creada en 1846, que mantiene varios museos y publica revistas científicas. Resulta curioso que Smithson incluyera a EEUU en su testamento cuando nunca llegó a pisar este país.

Murió en Génova el 27 de junio de 1829, tras una larga enfermedad. Fue enterrado en el cementerio inglés de San Benigno. En 1904, sus restos mortales fueron trasladados a Washington por Alexander Graham Bell, entonces Regente de la Institución Smithsonian, y sepultados en el recinto del Instituto.

Sus colecciones científicas, cuadernos, diarios y correspondencia se perdieron en un incendio que destruyó el edificio del Instituto Smithsoniano en 1865. Sólo 213 volúmenes de su biblioteca y algunos escritos personales sobrevivieron.

Un tipo de carbonato de zinc o calamina fue rebautizado con el nombre de Smithsonita en su honor.

Fuente: Radio 5

Texto: Nuria Martinez Medina

Imagenes: RTVE, y Gamernenas.

Composición: Picapiedra

lunes, 30 de enero de 2012

Se suspende la Feria del Hierro de Gallarta 2012. Vizcaya

El Ayuntamiento de Abanto y Ciérvana ha anunciado hoy que la Feria de la Minería "Burdin Jaia" no se celebrará este año "por la situación económica" y para lograr a partir de 2013 una "fiesta renovada y con nuevo impulso" que podría tener carácter bienal.

En una nota, el consistorio vizcaíno ha señalado que "ciertos esfuerzos presupuestarios no van a ser posibles de manera regular y anual" debido al descenso de subvenciones de otras administraciones y también a que "es el momento de plantear una Burdin Jaia con más fuerza, renovada y con un nuevo impulso".

La última edición de la feria, la séptima, se celebró en octubre de 2011 y tuvo un presupuesto de 64.000 euros, la mitad sufragados con subvenciones de la Diputación vizcaína y el Gobierno vasco.

El Ayuntamiento ha señalado que "las subvenciones van a descender de manera drástica", por lo que ha considerado conveniente "ahorrar el dinero de un año para sumarlo al del ejercicio siguiente".

Ha opinado que es una medida que "va a beneficiar a la feria", que se celebra junto a la corta de la mina Concha II para reivindicar el pasado minero de la localidad, porque el Ayuntamiento "podrá plantearse ahora" una fiesta "más ambiciosa".

Fuente y texto: Agencia EFE

Imagenes: Picapiedra

jueves, 26 de enero de 2012

Nuevo Libro: "El Martinete de Pozuelos de Calatrava". Ciudad Real.

El libro “El Martinete de Los Pozuelos de Calatrava”, de los historiadores María del Carmen Arcos Domínguez y Manuel Molina Cañadas, editado por Ediciones C&G, es el resultado del trabajo “Ferrerías del siglo XIX en la provincia de Ciudad Real: El Martinete (los Pozuelos de Calatrava)”. Trabajo que fue presentado a la sexta edición del ‘Concurso Oretania de Investigación Histórica’ y obtuvo el premio ‘Castilla-La Mancha’.
En su prólogo Luis Fernando Villanueva González, gerente en el año 2003 de la comarca Montes Norte, relata la necesidad de ahondar en la historia de la única ferrería que aún se mantenía en pie, “El Martinete”, del siglo XIX y que posteriormente en el XX se utilizó como central hidroeléctrica. Para ello, se solicitó un Proyecto de Investigación que fue concedido por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha en el año 2005: ‘Arquitectura Hidráulica en Montes Norte: Molinos, Ferrerías y Centrales Eléctricas’, para Luis Fernando Villanueva del proyecto y “del gran trabajo de sus autores, surge este lujo de publicación que nos abre las puertas al proceso industrializador de nuestra comarca. Siéntense tranquilos, retrocedan un siglo atrás e imaginen cómo nuestros antepasados ya invertían en dejarnos un mejor futuro”.
Para los autores de ‘El Martinete de Los Pozuelos de Calatrava’, esconde uno de los secretos más peculiares de la arquitectura industrial castellano-manchega. La primera pregunta al contemplarlo es: ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?. Escondido en el mismo Guadiana, cubierto por vegetación, no se llega a entender el porqué de la monumentalidad del edificio. El siguiente pensamiento es el desconocimiento del mismo, aunque aliviados porque su ubicación lo ha salvaguardado del expolio y la especulación del suelo.
Desgraciadamente los calificativos ‘cuatro piedras’, ‘casas viejas’, ‘nido de ratas’,… son algunos de los que enumeran a edificios que aunque no lo creamos, son miembros del amplio legado del Patrimonio Histórico Español.
El objetivo de ambos autores es mostrar pinceladas de uno de los edificios más singulares del Patrimonio Histórico en Castilla-La Mancha. Construcción que tiene que relacionarse con el impulso minero del siglo XIX, como consecuencia de ese suceso tan lejano que estudiábamos en el colegio, y que los profesores escribían en la pizarra como un titular de prensa: LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL. Para María del Carmen y Manuel, la revolución industrial también tuvo presencia en multitud de pueblos de la región, construyéndose las primeras líneas de ferrocarril, pueblos mineros y un sin fin de fábricas que transformaron poco a poco, el paisaje rural que parecía fosilizado desde los relatos de Cervantes.
En ‘El Martinete de Los Pozuelos de Calatrava’ puertas, patios, casas, chimeneas, etc., saturan la vista, pero poco a poco se empieza a contemplar el verdadero tesoro, no como elemento arquitectónico, que lo es, sino como el descubrimiento de las historias de las personas que lo construyeron, lo habitaron y abandonaron. Con este libro quieren presentar algunos secretos que a lo largo de estos años han descifrado, con el objetivo de mostrarlos para que la sociedad tenga la capacidad de valorar la sostenibilidad de cada uno de los bienes que configuran el Patrimonio Histórico, con el fin de conservarlos para el conocimiento y disfrute en el futuro.
Según la Ley 4/ 1990, de 30 de mayo, del Patrimonio Histórico de Castilla La Mancha, forman parte del Patrimonio Histórico los bienes muebles e inmuebles que constituyen huellas físicas del pasado tecnológico y productivo. Actualmente, la arqueología industrial constituye un ámbito de investigación y trabajo multidisciplinar encargado de recuperar el legado del pasado industrial, tanto en lo relativo a los elementos arquitectónicos (edificios) como al modo de vida y a los medios de producción (técnicas) de un determinado grupo social.
Las grandes factorías de fundición que se desarrollan a finales del siglo XVIII y durante todo el siglo XIX en España, se caracterizaban por unas tipologías arquitectónicas inspiradas en modelos ya probados con éxitos en otros países. Estos modelos son las naves industriales aisladas, donde el empresario comienza a considerar la fábrica no sólo como un lugar de trabajo, sino como un lugar de vida. Además, los ingenieros ven reconocida su labor con la integración en esta tarea de algunos arquitectos.
Industria en la provincia de Ciudad Real
Frente a la agricultura, la industria tenía escaso peso en la provincia de Ciudad Real. Los escasos talleres fabriles existentes se caracterizan por su naturaleza artesanal, dentro del más puro modo de producción preindustrial, limitándose, en el mejor de los casos, a la transformación primaria de productos agrícolas y al abastecimiento a la población de productos manufacturados.
Los ingenios industriales más numerosos en la provincia eran los molinos harineros y las prensas de aceite. En la fabricación de harinas se seguían utilizando los tradicionales molinos harineros de los que, a mediados de siglo, funcionaban, al menos, 130 de agua y 35 de viento, mientras que el número de molinos y prensas de aceite se elevaba a 164.
La provincia de Ciudad Real sólo contaba, a mediados de siglo, con tres establecimientos fabriles importantes, de los que dos procedían del Antiguo Régimen, como la fábrica de pólvora de Ruidera y la de blondas en Almagro y uno era de reciente instalación, la fábrica de tinajas de Valdepeñas. A éstos hemos de unirle la destacable actividad industrial de Alcázar de San Juan alrededor de la fábrica de salitre.
La presencia de 3 fundiciones (con 5 hornos en funcionamiento) pone de manifiesto el desequilibrio entre la dedicación a la agricultura y al resto de los sectores económicos, como la minería a pesar de constar con el criadero de cinabrio más importantes del mundo, el de Almadén, que no llegó a poseer ningún tipo de industria de transformación, limitándose los trabajos realizados en la mina a su mera extracción, tras la que se conducía el mercurio en bruto a las atarazanas de Sevilla donde se comercializaba.
La riqueza minera de la provincia, además del mercurio, comenzó a ser conocida a partir de la década de los cuarenta, coincidiendo con la fiebre minera general en España. Sin embargo, hasta cuarenta años después los trabajos no alcanzaron una significación especial. En 1848, las 65 minas en activo y los 36 escoriales ocupaban únicamente a 280 personas. Las dificultades de las comunicaciones, el mal estado de los caminos y carreteras imposibilitaba un mayor desarrollo económico.
El área geográfica donde se localizaban y concentraban los yacimientos mineros en Ciudad Real se situaba al sur de la provincia (partidos judiciales de Almodóvar y Almadén), sobre la franja metalífera de Sierra Morena. Los grupos mineros que se explotaban era: Grupo del Horcajo. Término de Almodóvar; Grupo La Victoria. Almodóvar; Grupo Villagutiérrez: Abenójar; Grupo Horcajuelo: Anchuras. El más importante era el Establecimiento Minero del Estado en Almadén.
En cuanto a la minería de hierro, según Francisco Quirós los pequeños yacimientos ferruginosos existentes fueron objeto de explotación a fines del siglo XIX, para utilizar el mineral como fuente en las fundiciones de plomo que entonces funcionaban en la región. En 1882 se explotaba en el término de Argamasilla la mina de hierro llamada “La Yema”, de la que se obtuvieron 750 toneladas de mineral que se utilizaron como fundente en la fábrica Nuestra Señora de Gracia, de Puertollano. En 1883 la producción obtenida, 500 toneladas, se condujo con el mismo fin a Peñarroya, y un año después trabajaban tres minas en término de Argamasilla y una en el Cañada. Algún tiempo antes se habían explotado también minerales de hierro en el término de Los Pozuelos, que se utilizaron en la ferrería establecida por Francisco Pérez Crespo.
Las noticias más antiguas acerca de la fundición de metales en la región se refieren a las jabecas para la del azogue de Almadén, que a mediados del siglo XV existían en jurisdicción de Almodóvar. En 1597 se alude a una fuslina o fundición que había existido años atrás en el distrito de Almodóvar y en la que se fundían minerales de plomo y plata. No hay noticia de ninguna otra actividad metalúrgica hasta el siglo XIX, en el que, hacia 1845, se instaló una ferrería en el Guadiana, en término municipal de Los Pozuelos, en el mismo lugar que ocupa hoy la central eléctrica del Martinete. (Quirós, 1992: 114). Al parecer esta ferrería tuvo bastante actividad, enviando productos incluso fuera de la península. (Hosta, 1865: 41)

El Martinete es un complejo industrial de mediados del siglo XIX que se encuentra ubicado al norte del actual término municipal de Los Pozuelos de Calatrava (Ciudad Real). Situado en el margen izquierdo del río Guadiana, se trata de un edificio que se construyó para el desarrollo de la actividad metalúrgica del hierro o ferrería.
Un elemento decisivo en el emplazamiento y desarrollo de la actividad de El Martinete fue el río Guadiana, puesto que la energía hidráulica era la base de esta ferrería ubicada en su margen izquierdo.
Con el término de Martinete se hace referencia por un lado, al mazo o martillo accionado por ruedas hidráulicas y por otro, al taller dónde se utilizaban dichos mazos. Por ello, qué el edificio objeto de estudio mantenga este nombre, nos lleva a pensar que era una industria ligada a la metalurgia, ya sea ferrería o fundición.
Son escasas las noticias que se tienen sobre el origen del complejo industrial de El Martinete, apareciendo citado en las informaciones del Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de España y sus posesiones de ultramar de Pascual Madoz, en el apartado de Los Pozuelos: “…ferrería en el río Guadiana recién establecida.” (Madoz, 1848). Por tanto, la ferrería pudo ser construida sobre 1840- 48, no conociendo con certeza el año de su puesta en funcionamiento.
Según fuentes orales recogidas por Macario León Nieto “…el establecimiento se creó entre 1840 y 1850, y todo comenzó cuando unos cazadores del norte vinieron y encontraron piedras de hierro, que fueron llevadas y examinadas por ingenieros expertos. Después de un tiempo, esos señores y algunos ingenieros volvieron, que según comentarios de la época se trataba de una compañía francesa. Se decidió empezar con los trabajos de construcción, para lo que trajeron personal especializado de diversos pueblos: arquitectos y maestros albañiles que vinieron de Quintanar de la Orden (Toledo). Entre ellos vino el maestro Julián Contreras, que junto a su familia fueron uno de los primeros pobladores de Los Pozuelos. También en estas fechas vinieron a trabajar los albañiles del Romeral, con el nombre de Juan García”. (León, 1997: 43- 44)
Según este autor, “las obras duraron algunos años, se hicieron viviendas para el personal y casas para los jefes y personal de fundición que vinieron del Norte (Bilbao). También se hicieron almacenes de material fundido.
Actualmente, El Martinete se encuentra en término de los Pozuelos de Calatrava, pero esto no fue siempre así; de hecho en los momentos de su construcción pertenecía al término municipal de Corral de Calatrava. Lo que actualmente pertenece al término de Corral de Calatrava, en el siglo XVI y XVII, pertenecía a tres encomiendas: la de Corral de Caracuel, Herrera y Bolaños, que se repartían 14.703 has que componen el actual término.
En definitiva y con los datos que conocemos hasta el momento, se puede llegar a las siguientes conclusiones: Francisco Pérez Crespo formó parte de una burguesía madrileña que se dedicó a invertir en propiedades surgidas de las desamortizaciones. Éste sería el caso de las tierras pertenecientes a la antigua Encomienda de Herrera, donde instaló una ferrería. Parece ser que conocía bien este ámbito industrial, puesto que era un sector muy desarrollado en el norte peninsular (Asturias, Cantabria y País Vasco), zona de la que era natural (Rasines ,Santander).
Según las instalaciones que se conservan en El Martinete, el método utilizado era el indirecto, es decir, se transformaba primero el mineral en fundición y luego éste, se transformaba en hierro utilizando hornos bajos de afino u hornos de pudelar. Para el primer paso, se construyó un horno en 1865 (según inscripción situada sobre dicho horno) con una altura de 7 metros aproximadamente.
El complejo construido estaba formado por unas naves industriales aisladas, donde el empresario comienza a considerar la fábrica no sólo como un lugar de trabajo, sino como un lugar de vida, es la llamada tipología de villa-factoría y estaba formada por: viviendas, patios, zona de talleres, almacenes, horno de fundición, presa, canal, etc.
En cuanto a los motivos que llevaron a la paralización de la actividad y desmantelamiento del complejo industrial, pudieron influir varios factores que supusieron el declive de muchas ferrerías:
- El carbón mineral empezó a sustituir al carbón vegetal, y aunque el hierro resultante era más frágil, produjo una reducción del precio de la fundición. Además, la combustión del carbón mineral es inferior a la del carbón vegetal, por lo que fue necesario aumentar la altura de los hornos.
- Retroceso del bosque y por tanto, un aumento del precio del combustible.
- Poca competitividad de los hierros labrados por el “método directo” frente a los fabricados en los altos hornos por el “sistema indirecto”. Es decir, aunque en El Martinete se utilizaría el método indirecto con un horno alto, no se podía competir con la producción que se empezó a alcanzar en los Altos Hornos del País Vasco.
- Elevados costes de comercialización y de producción, motivados por las difíciles comunicaciones.
- Problemas de financiación.
Todo ello motivó que a partir de la segunda mitad del siglo XIX, las ferrerías hidráulicas fueron disminuyendo su actividad hasta su desaparición, mientras que las grandes siderurgias fueron creciendo hasta la actualidad. Éste puedo ser el caso de El Martinete, donde los resultados obtenidos no fueron los deseados por el banquero madrileño, que a finales del siglo XIX decidió venderlo.
Posteriormente a la desaparición de la ferrería, se instaló una central hidroeléctrica que fue explotada por Felipe Sánchez de la Fuente en torno a 1920 (Herce, 1998: 109), aunque el aprovechamiento estaba a nombre de Antonia Enríquez de Salamanca. La central hidroeléctrica de El Martinete se caracterizó por tener instalada una turbina hidráulica sistema Francis de 216 Hp. (Herce, 1998: 109) y se mantuvo con actividad hasta 1963, momento en el que se abandonaron las instalaciones y la vegetación empezó a apoderarse del lugar.

Fuente, texto e imagenes: Oretania
Enviado: Sara Beranga. Ciudad Real

martes, 24 de enero de 2012

XV Aniversario del Museo de Rocas, Minerales y Fosiles de Valseca. Segovia.

El Museo de Minerales, Rocas y Fósiles de Valseca (Segovia) celebrará una jornada de puertas abiertas este sábado, 28 de enero, para dar a conocer su medio millar de piezas expuestas, entre ellas una completa representación de los yacimientos de la provincia.

La colección cuenta también, entre sus piezas destacadas, con un diente de tiburón de Zamarramala, un mosquito en ámbar de República Dominicana, un tronco fósil cubierto por una erupción volcánica de Turquía y una recopilación de arenas de playa, según ha explicado a Europa Press el geólogo Andrés Díez Herrero, quien cedió su colección particular para constituir el Museo.

La muestra, en su día la primera en crearse en un municipio de Castilla y León, se abrió en 1997 con la intención de convertirse en origen del Museo Provincial de Historia Natural. Actualmente se exhibe en el Centro Sociocultural Doctor Velasco, en la plaza del Ayuntamiento de la localidad.

Su punto de partida fue la firma en septiembre de 1996 de un convenio de depósito entre el Consistorio de Valseca y Andrés Díez para la cesión de sus fondos particulares, integrados por unas 900 piezas.

A lo largo de los años ha habido otras aportaciones de particulares, entre ellas los fósiles del matrimonio Ibáñez o la colección de los útiles de cantería de Pedro de Frutos. La Asociación de Aficionados a la Mineralogía (ASAM) se ha hecho cargo de su mantenimiento científico y de la mejora didáctico-expositiva.

Actualmente se expone casi medio millar de piezas, buena parte de las cuales son minerales de Segovia, organizados por las comarcas provinciales; minerales de España y el mundo; rocas de Segovia y el mundo --incluida una amplia recopilación de arenas de playa y fluviales--; fósiles del Mundo, y útiles mineros y de cantería del granito en la provincia. El resto del muestrario está almacenado en las partes bajas de los armarios.

Ahora, con motivo del decimoquinto aniversario de la apertura del Museo, la ASAM, con la colaboración de Geología de Segovia y el proyecto 'Apadrina una roca', ha organizado una jornada de puertas abiertas para que el público en general pueda conocer la colección.

La exposición podrá visitarse este sábado de 11.00 a 13.00 horas y contará con la asistencia de los responsables del Museo, que atenderán las inquietudes de los visitantes.

Fuente y texto: Europa Press

Imagenes: Europa Press y Andrés Diaz Herrero (geologiadesegovia.info)

Enviado: Carlos Ruisanchez. Segovia


lunes, 23 de enero de 2012

Nuevo libro: "José el gallegu. A mi hay que matarme de frente" Asturias

Un minero comunista al que hay que matar de frente. Así describen a Manuel García Valle, «José el Gallegu», los que le conocen. Su vida ha servido para inspirar la biografía «José el Gallegu, a mí hay que matarme de frente». Se trata de la primera obra que abre un nuevo ciclo en la colección de historias de vida, que presentan la Fundación Juan Muñiz Zapico y el Archivo de Fuentes Orales para la Historia Social de Asturias. El libro se ha presentado en Mieres, «por ser uno de los pocos concejos que cuenta con concejalía de Memoria Histórica».

El acto de presentación contó con la presencia del director de la Fundación Juan Muñiz Zapico de CC OO de Asturias, Benjamín Gutiérrez. Estuvo acompañado por el autor de la obra, el historiador Jorge Muñiz, el protagonista de la historia, «José el Gallegu», y el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez.

La vida de Manuel García Valle, según Jorge Muñiz, llama la atención «porque es un personaje con múltiples personalidades». La obra empieza con un Manuel niño, criado en una aldea gallega, y continúa con un joven que se busca la vida como puede, en distintos oficios y que finalmente, a los 21 años, llegó a Langreo en un tren y se convirtió en «José el Gallegu».

«A mi hay que matarme de frente». Es el epígrafe de su biografía y una de las frases que más utiliza Manuel García Valle. «Aún recuerdo a los que me quisieron matar por detrás. Ellos, ahora, son los que están muertos y yo sigo aquí aguantando», explica.

Después de poco tiempo en Asturias, «José el Gallegu» pasó a ser uno de los cabecillas de la revuelta minera. Conocido como un líder político y sindical, militante del Partido Comunista y de las primeras Comisiones Obreras.

«Pocos hombres podían, como él, encontrar apoyos para la movilización tan solo con un gesto», explicó Jorge Muñiz. Suena extraño porque, antes de hacerse minero en Asturias, «no sabía nada de la mina, llegó directo desde una aldea gallega y terminó convirtiéndose en un líder».

El Alcalde también tuvo palabras de alabanza para el protagonista de la biografía y destacó que «estamos en un país que ha tenido cuarenta años de dictadura, en la que personas como José el Gallegu se jugaron la vida luchando por la libertad».

De hecho, aún tiene «nítidos recuerdos» de las huelgas mineras del 62, de las asambleas de trabajadores y de la represión. También tiene grabadas en su mente todas las veces que fueron a buscarlo a casa y lo llevaron al cuartel y no ha olvidado ni uno de los nombres de los que, según cuenta en su biografía, intentaron pararle. No pudieron con él.

A sus ochenta y tres años, continúa fabricando gaitas, una afición que pocos le atribuyen pero que le ha acompañado durante buena parte de su vida. De hecho, empezó a aficionarse de niño con la flauta que tocaba por los pueblos de Galicia para ganarse alguna moneda y continuó mas tarde como gaitero.

Dice que no tiene miedo «ni de los vivos ni de los muertos» y que aprendió a no dejarse pisar. Tan solo le pesa que la lucha minera, desde su punto de vista, no ha tenido toda la repercusión ni el agradecimiento que le corresponde. Asegura, además, que la receta para salir de la crisis «es que los jóvenes también luchen, que no se den por vencidos».

Fuente: La Nueva España

Texto: C. M. Basteiro

Imagen: Fernando Geijo

Enviado: Luis Antúnez. Mieres



miércoles, 18 de enero de 2012

Isurus, siete años de trabajo bien hecho. Alcoy. Alicante


La Asociación Paleontológica Alcoyana Isurus edita un boletín especial con el recorrido de sus siete años de trayectoria 2004/2011, un resumen de las actividades y eventos llevados a cabo durante este tiempo.
Este boletín permanecerá colgado en su web desde el 17 al 24 de Enero, para que todo aquel interesado pueda descargarselo, se trata de una edición especial cuyo peso es importante, ya que está profusamente ilustrado con imágenes de las ferias, publicaciones, salidas y excursiones de este grupo levantino.
Se puede descargar aquí:

Y como siguen adelante con sus ciclos de actividades, nos recuerdan que el próximo día 4 de Febrero (Sabado) tendrá lugar la charla "La aventura americana de Darwin. Un viaje que revolucionó la ciencia", a cargo de Dña. Marga Belinchón, Doctora en Ciencias Biológicas y Directora del Museo de Ciencias Naturales de Valencia, en la Casa de Cultura de esta localidad alicantina. La conferencia tendrá lugar a las 11.00h de la mañana, para más tarde celebrar una comida en "La font dels patos" alrededor de las 14.30h.

Fuente: Paleoisurus
Texto y envio: Mª Carmen Almahano. Alcoy.
Imagen: Asociación Paleontologica Alcoyana Isurus.

martes, 17 de enero de 2012

Charla sobre los meteoritos africanos. Santa Cruz de Tenerife. Islas Canarias.

El Museo de la Naturaleza y el Hombre, centro dependiente del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, acoge hoy a partir de las 19:00 horas una charla de acceso libre que imparte el geólogo-paleontólogo Francisco García Talavera. Bajo el título Expediciones al desierto mauritano: meteoritos y cráteres de impacto, hablará de dos expediciones a ese país que tuvieron como objetivo la localización, la recogida de muestras y la posterior investigación de algunos de los cráteres que causó el impacto de un meteorito en la zona.

Esta actividad se enmarca dentro de las ponencias gratuitas y abiertas al público que celebra el Museo dentro del curso Cuaderno de Viaje. Taller de Literatura de Viajes, Expediciones y Aventuras.

La charla recoge el trabajo realizado en el desierto del Sáhara y en el Adrar mauritano, por un equipo de cinco geólogos, un físico, un botánico y un zoólogo (pertenecientes al Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, el Centro de Astrobiología (INTA-CSIC), y a las Universidades Complutense y Autónoma de Madrid y la de Valladolid. Finalizaron su misión trayendo consigo más de 300 kilos de cráteres de Tenoumer, Richat y Aouelloul; varios meteoritos y valiosa información científica y gráfica, que ya está siendo investigados en los centros correspondientes y que comienzan a revelar datos sobre un posible gran impacto múltiple a 700 kilómetros de Canarias hace miles de años.

Francisco García Talavera fue profesor de Geología y Paleontología en la Universidad de La Laguna durante 20 años. Ha participado en numerosas campañas oceanográficas y expediciones científicas a lo largo de los archipiélagos macaronésicos y de los países de la vecina costa africana (Marruecos, Sáhara, Mauritania y Senegal), así como de las Islas Galápagos, Pascua, Juan Fernández (Robinson Crusoe), Ascensión, Santa Helena y Shetland del Sur (Antártida), entre otras. Fue conservador del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife entre los años 1971 y 2011, y director de ese museo desde 2005 hasta 2007. García Talavera ha publicado casi un centenar de artículos científicos y de divulgación, así como varios libros de su especialidad. En la actualidad continúa ligado al OAMC en su calidad de asesor emérito.

Fuente y Texto: Agencia EFE

Imagenes: Iot, Turismo Canarias.

Enviado: Felix Arroyo. Santa Cruz de Tenerife.

Composición: Picapiedra

viernes, 13 de enero de 2012

Patrimonio: Apadrinando rocas. Segovia

Segovia es Acueducto y Alcázar. Catedral, Judería, Edad Media e Historia en general. Patrimonio por los cuatro costados que lejos de la gran monumentalidad de los más conocidos, guarda otro tipo de legado no menos importante y que desvela el recorrido natural de la historia. El patrimonio geológico. Para despertar en el público general la necesidad de conocer, divulgar y defender este patrimonio, ‘Geología de Segovia’ ha organizado la iniciativa “apadrina una roca”, un programa de voluntariado ambiental, que trata de movilizar a la población para que la protección de la Naturaleza no se haga sólo desde los despachos, las universidades y los centros de investigación, como señalan desde la organización.
La iniciativa pretende que los padrinos y madrinas de los lugares de interés geológico se comprometan a vigilar a sus ‘ahijados’ y denuncien posibles agresiones con el fin de continuar preservando la peculiar situación de la provincia de Segovia, a caballo entre las tres principales unidades geológicas peninsulares.
Lo ideal, como señala el comunicado, es que las personas involucradas en el proyecto tomen lugares de interés geológico que les resulten cercanos, bien porque residan en las proximidades, porque los visiten en sus paseos o los frecuenten en su tiempo libre. De esta forma, podrán estar atentos a cualquier alteración del entorno que haga peligrar la conservación del patrimonio geológico cercano. Si se localiza algún paraje amenazado “apadrina una roca” facilita asesoramiento científico-técnico y legal, para presentar alegaciones y escritos ante los responsables.
Participar en “apadrina una roca” es gratuito y solo busca el compromiso de la sociedad. Para inscribirse en la iniciativa es necesario visitar su página web Apadrina una Roca y rellenar un formulario en el que la persona interesada se hace cargo del apadrinamiento de un lugar de interés geológico de la provincia de Segovia.
La iniciativa ha tenido una gran acogida, en apenas unas semanas ya son los diez lo lugares de interés geológico que cuentan con sus propios padrinos vigilantes. Pero además, el proyecto ha despertado interés fuera de nuestras fronteras y desde Sudamérica ya se han interesado varias personas; su intención es exportar el modelo de apadrinamiento con el mismo objetivo de salvaguardar el patrimonio geológico que nos rodea y que en la mayoría de las ocasiones pasa desapercibido.

Texto e imagenes: Segovia Audaz
Enviado: Jose Manuel Rodriguez. Madrid
Composición: Picapiedra

jueves, 12 de enero de 2012

Editorial: Crowdfunding a la española

El incremento de usuarios de nuevas tecnologías en los últimos años, así como la disponibilidad de acceso a la información a través de la red, ha hecho crecer exponencialmente el número de iniciativas destinadas a la recaudación económica.

Estos avances han permitido a organizaciones, empresas y particulares, dotarse de nuevos medios de acercamiento al ciudadano, sin costosas campañas de marketing promocional, abandonando la puerta fría, la publicidad en periódicos y medios tradicionales, el envío de cartas y cualquier otro medio que supusiera un gasto innecesario.

Hoy en día, puede cualquier ciudadano donar su dinero a través de la red, sea para salvar a las focas, plantar un bosque, apadrinar un niño, luchar contra las nucleares, y un larguísimo etcétera de causas nobles, que han encontrado en la red la plataforma ideal para darse a conocer, y para financiar sus actividades. Colaboraciones monetarias ciudadanas que aún siguen llamándose donativos. Sin embargo, y fruto de estas nuevas técnicas de marketing y publicidad, ha llegado hasta nosotros una nueva forma de donación, por supuesto nacida en la meca del capitalismo, los Estados Unidos de América, el crowdfunding, también llamado financiación en masa o financiación colectiva, literalmente traducido al castellano: financiando a la corona. Resulta curioso que de un país sin monarquía provenga un término monárquico, y que de un país capitalista provenga un concepto como “colectivo”. Da lo mismo, el caso es que funcione, y cumpla su objetivo, recaudar. Eso si, ya no se trata de un donativo, recibir donativos se ha convertido en algo vulgar, ahora se dice recibir colaboración económica voluntaria, que es mucho más cool, y que no coloca a quien lo solicita (ya no se pide) al nivel de un vagabundo a la puerta de un supermercado, algo que no es nada chic.

Con la excusa de la crisis actual, son muchos los que han visto en este tipo de marketing la solución a sus problemas, una manera rápida de conseguir aquello que desean, y por lo que no desean luchar a la antigua, es decir, con sacrificio y esfuerzo, trabajando. Así ha llegado a nuestro país esta técnica recaudatoria, y nosotros, como buenos españoles, la hemos adaptado a nuestra idiosincrasia nacional, y cuales lazarillos de Tormes, pillastres con raigambre, hemos aprovechado la letra pequeña para conseguir más de lo que solicitábamos, con lo cual hemos eliminado una letra del concepto, si, del crowdfunding, hemos creado su alter ego, el crowfunding, literalmente en castellano, financiando a los cuervos.

Recientemente, y ¡oh casualidad¡ acercándose las fechas navideñas, se ha lanzado una iniciativa de este tipo en la mineralogía española, destinada a financiar a un laboratorio español, un laboratorio público, financiado por el estado, que somos todos, un laboratorio que ha sufrido los recortes a que esta crisis nos ha sometido a todos, y cuya economía, como la nuestra, renquea. En este laboratorio público, en el que trabajan científicos que cobran sueldos públicos, como no podía ser de otra manera, se han estado realizando análisis petrográficos y mineralógicos, análisis de muestras obtenidas por el público, quien ha invertido su dinero y tiempo privado, en investigación, documentación, transporte, obtención, difusión e ilustración de dichas muestras, muestras que han llegado al laboratorio para su identificación. Es entonces cuando un científico de este laboratorio, decide difundir el trabajo que realiza a través de una revista virtual de nueva creación, para ello se relaciona con un circulo de entidades y organizaciones que lo ayuden en la edición de su revista. Estos entes, renqueantes ahora como todos, se limitan a la mera presencia testimonial y al consejo barato, con lo cual nuestro intrépido científico se queda solo ante el peligro, ya no puede realizar tantos y tan numerosos analisis, ni dedicar tanto tiempo a su querida publicación, tentado está de tirar la toalla una y otra vez, y mientras la tira y la recoge, clama al cielo por la falta de compromiso solidario con su humanitaria y desinteresada labor.

Llegado el momento, algunos caballeros, armados de vistosas armaduras, recogen su toalla, y lo instan a continuar, lo atan a un mástil en una torre, y lo enarbolan cual reclamo y cebo. Han llegado los cuervos. La necesidad de material para el laboratorio, con el que continuar tan trascendental labor sin interrupciones, se ve aumentada con otras necesidades, la letra pequeña, letra que como todos sabemos, pocos leemos. Y así, la solicitud de reactivos y medios técnicos, se convierte en la excusa de gastos de edición y difusión de una publicación….virtual, en los gastos de viaje para la obtención de muestras, y en otra serie de gastos por determinar, lo que se viene llamando, gastos varios.

Cuando se lanza la campaña, se espera una respuesta masiva, pues de eso se trata, de financiación en masa, hasta que ven que no es así, que los ciudadanos no responden como ellos creían, entonces explican el para qué de esta financiación, de otra manera, ahondando en las necesidades reales del laboratorio exclusivamente, obviando los mencionados y anteriores gastos, meneando al moribundo y al mastil.

Resulta curiosa, por no tildarla de indecente, la manera de solicitar este dinero:

“El esfuerzo y participación de una única persona remarca la indignidad del silencio de los indiferentes, los egoístas y los cobardes”

Como slogan, flojito, como petición, desastrosa, como demanda, patética. Todo aquel que no colabore es un indiferente, egoísta y cobarde, y uno que ya es muy viejo y ha matado muchos cuervos, se levanta como un resorte y grita “!Presente¡”

Le ha llegado el turno al público, a ese público que pagamos ese laboratorio y los sueldos de ese funcionario, que pagamos nuestra afición a la mineralogía, pagando por documentarnos, pagando por viajar a los yacimientos, pagando por enviar las muestras, pagando, siempre pagando, como para que ahora un engreído, pedante y absolutista funcionario, cuando ya no queremos pagar más, nos miente a nuestros ancestros y a nuestra dignidad, mientras los cuervos graznan a su alrededor, refocilandose en su martirio y en nuestra estúpida credulidad.

Hoy se congratulan de haber conseguido cuatro cosucas para el laboratorio, gracias a quienes acudieron al llamamiento, y mientras los cuervos graznan contentos por un ínfimo triunfo económico, el científico clama porque el 99, 52% de los que le oyeron no le han ayudado, y aún cree que lo hizo bien, y que esa inmensa mayoría, que somos todos los mineralogistas de este país estamos equivocados. Como científico, quizás debiera plantearse si el equivocado ha sido él.

Si algo me ha enseñado esta vida y esta afición, es la importancia de la humildad, del valor de un por favor, y de que sin trabajo y esfuerzo no se consigue nada. Aquellos que hicieron posible que los trabajos mineralógicos de esa revista, fueran tales, y que han permanecido en la sombra del anonimato, esas personas que obtuvieron las muestras, las que las contextualizaron, las que las fotografiaron, y las que las difundieron, ocuparon un digno puesto de peones, sin aspavientos, sin pasar facturas, sin clamar al cielo, quizás el científico debió adoptar un postura similar, y aceptar que él mismo, no era más que un peón más, y no un diosecillo engreído. Fruto de la humildad, de la transparencia, y acompañado de palomas, y no de cuervos, habría conseguido mucho más que lo logrado, ha pagado un altísimo precio por la miseria que ha conseguido, ha arrastrado su nombre, su profesión, y su honor, por el lodo.

Indocti discant, et ament meminisse periti.

Texto: Picapiedra

Imagenes: Clarín, Dragan Todorovic-

miércoles, 11 de enero de 2012

"Encuentros con mineros: Picadores". Museo Minero de Sabero. León

El Museo Minero de Sabero quiere dejar huella de su pasado minero y dejar constancia para las nuevas generaciones todo lo relacionado con el sector: profesiones, sistemas de explotación y modo de producción, herramientas, etc. Para ello ha diseñado un nuevo proyecto, enmarcado en el programa MSM Formación el Centro museístico en principio de tres meses de duración, que se inicia el próximo jueves, a partir de las cinco de la tarde y que ha denominado Encuentros con Mineros carácter trimestral.

Este programa, que se inicia en este mes de enero, tiene como protagonistas a los picadores. Estos trabajadores fueron durante muchos años la base principal de las explotaciones de las Cuencas Mineras. Las empresas solían formar a los mejores y más jóvenes para desarrollar esta labor de arranque del carbón para mejorar la producción. En este programa podrán participar cualquier minero, esté en activo, prejubilado, jubilado o en la actualidad tenga otra ocupación

Cada encuentro estará dedicado a un oficio de la minería, y si en el mes de enero serán los picadores los protagonistas, en sucesivos programas los barrenistas, entibadores, artilleros, vigilantes, mecánicos, electromecánicos, que comentarán en una mesa redonda sus experiencias, así como las técnicas de trabajo que se utilizaron en las diferentes épocas.

Con estos encuentros se abre la posibilidad de conocer esta forma de vida de la mano de sus protagonistas, los Mineros.

Los interesados en el seminario podrán inscribirse gratuitamente y se puede realizar en el teléfono 987 718357 o en el correo electrónico didáctica@msmcyl.org. Plazas limitadas.

Además, la dirección del museo ha programado para el próximo sábado a las 18.00 horas una jornada de cine documental, en la que se proyectarán el cortometraje Mirando al cielo y el documental Mina, de Alejandro López.

Fuente: Museo de la Siderurgia y Minería de Castilla y León

Texto: J. M. Castro. Sabero

Imagenes: Museo Minero de Sabero

Enviado: Luis Angel Celdrá. León

Composición: Picapiedra

martes, 10 de enero de 2012

Abraham Gottlob Werner, el padre de la mineralogía moderna.

El geólogo alemán Abraham Gottlob Werner nació en Wehrau, una ciudad de la Silesia prusiana, el 25 de septiembre de 1750. Su vida se desarrolló desde el principio entre minerales porque su padre era inspector de herrerías del condado y trabajó con él durante cinco años en las fundiciones de Wehrau y Lorzendorf.

Se educó en Friburgo y en Leipzig, donde estudió leyes, minería y mineralogía. En 1775 fue nombrado inspector y profesor de la Academia de Minería de Friburgo, el centro minero de Sajonia, donde permaneció durante el resto de su vida profesional.

Durante sus 40 años en el cargo, la escuela pasó de ser una academia local a un centro de renombre mundial del saber científico. Werner fue un brillante profesor, experto conferenciante y hombre de gran encanto.

Su fama se difundió por toda Europa, atrayendo a estudiantes que más tarde se convertirían en sus colaboradores; entre ellos se encontraban Robert Jameson que llegaría a ser un afamado profesor en Edimburgo y el español Andrés Manuel del Río, descubridor del vanadio.

La principal contribución de Werner a la ciencia fue el desarrollo de la Mineralogía como uno de los campos más avanzados e importante de la ingeniería de minas de su tiempo, y el establecimiento de las primeras teorías con base en las modernas Física y Química para intentar explicar el origen y características de las formaciones geológicas.

Bajo su impulso, las ciencias que hoy componen la Geología ganaron un nuevo ímpetu y la observación y estudio de la estructura de la Tierra adoptaron el moderno método científico.

Además estableció la geología y la mineralogía como dos ciencias diferentes; y fue el primer científico que hizo una clasificación sistemática de minerales.

A partir de observaciones sobre formaciones rocosas de la región de Sajonia, que consideró extensivas al resto del planeta, Werner se convenció de que los estratos geológicos eran ordenados en sucesiones definidas y resultaban de un proceso discontinuo de transformación.

La teoría del neptunismo

Para explicar su origen, Werner creía que el agua, en particular los océanos, tenían un papel determinante en la formación de las rocas y en la composición y evolución de la estructura geológica de la Tierra.

Basado en esa errónea creencia, propuso la teoría del neptunismo, según la cual, todas las rocas se formaron en el interior de los océanos durante un pasado remoto en el que toda la superficie terrestre estuvo inundada por la aguas de un océano primordial.

Los sedimentos depositados por las aguas de ese océano habrían dado lugar a los continentes y formado los estratos rocosos hoy visibles a la superficie.

Según esta teoría, primero se formaron las rocas magmáticas, sobre las cuales se depositaron secuencialmente las rocas metamórficas y sedimentarias y, finalmente, los sedimentos no consolidados del presente.

El neptunismo tuvo numerosos seguidores y fue muy difundido a fines del siglo XVIII, por contener reminiscencias bíblicas del diluvio universal y por ser una idea conciliable con el Génesis. Como reacción, surgió la teoría del plutonismo, propuesta por James Hutton, que daba excesiva importancia al calor y acciones volcánicas en la historia geológica. Entre ellos se inició una disputada controversia que se prolongó durante décadas.

Werner no viajó para nada y sólo conocía los minerales de Sajonia, suponiendo crédulamente que lo que era verdad en aquella región lo sería en el mundo entero. Se negó con terquedad a aceptar cualquier prueba que fuera en contra de sus teorías, e ignoró las más claras observaciones que demostraban que grandes zonas en Europa habían sido inmensos ríos de lava.

En 1791 Werner fue nombrado director del servicio de investigación geológica y minera de la Sajonia, una entidad cuya creación había defendido entusiásticamente. Nunca se casó y no dejó descendencia.

Escribió sólo 26 trabajos científicos, la mayoría de ellos breves contribuciones a las revistas. Su aversión a la escritura creció, y finalmente adoptó la práctica de almacenar su correo sin abrir. En 1812 fue elegido miembro extranjero de la Academia de las Ciencias francesas.

Inició su colección de minerales cuando tenía sólo 9 años

También fue un ávido coleccionador. Inició su colección de minerales cuando tenía sólo 9 años de edad y en 1814 ya contaba con más de 10.000 ejemplares, que legó a la Escuela de Minas de Friburgo.

Murió en Dresde, Sajonia, el 30 de junio de 1817. El mineral wernerita recibe ese nombre en su honor. Igual que el galardón que instituyó la Sociedad Alemana de Mineralogía para premiar a los científicos que destaquen en el campo de la mineralogía y ciencias conexas.

Fuente: Radio 5

Texto: Nuria Sanchez Medina

Imagenes: Digital collections y Geolocation.

Enviado: Fermín Ruisanchez. Avila

Composición: Picapiedra

sábado, 7 de enero de 2012

El proyecto de reapertura de la mina de Barruecopardo. Salamanca

La revalorización de los metales sigue generando nuevos negocios para Hunosa. La compañía irlandesa Ormonde Mining ha contratado a la Sociedad Asturiana de Diversificación Minera (Sadim), participada al 100 por ciento por la empresa estatal Hunosa, para elaborar el proyecto de explotación para la puesta en marcha de la mina de wolframio de Barruecopardo, ubicada en la provincia de Salamanca.

Con la espectacular apreciación que han sufrido los metales en los últimos años, las empresas mineras que operan a nivel mundial se están interesando por las antiguas explotaciones de cobre, plomo, wolframio... que había en España y que se clausuraron en su día por falta de rentabilidad, y también por las zonas donde hay reservas sin explotar. Estas compañías extranjeras acuden en muchos casos a Hunosa, dada su experiencia en explotación subterránea y en la gestión de permisos mineros, para poner en marcha sus explotaciones.

En 2010, la firma Saloro, filial en España de la irlandesa Ormonde Mining, encargó a Sadim el documento inicial del proyecto de explotación de la mina de wolframio de Barruecopardo y a principios de 2011 el proyecto básico de explotación. Ahora Ormonde ha solicitado a Sadim, para poner en marcha la mina, que desarrolle también el plan de restauración, que aporte asesoramiento en materia minera, de seguridad y ambiental, que realice el proyecto específico de las balsas de agua y que prepare toda la documentación necesaria para la obtención de la autorización ambiental unificada y la concesión minera que permita la puesta en producción del proyecto, en el que se prevé una inversión de cerca de 40 millones de euros. La compañía pretende iniciar este mismo año la extracción del wolframio, una metal también denominado tungsteno que tiene muchos usos, desde la fabricación de filamentos para bombillas a munición.

No es la primera vez que Hunosa realiza trabajos para Ormonde Mining. En 2008, Sadim ya elaboró para la compañía irlandesa el proyecto de explotación de la mina de cobre de La Zarza, en la provincia de Huelva, que había sido clausurada en 1995 y que había estado en explotación durante casi un siglo.

Anteriormente, otras empresas extranjeras también habían contratado los servicios de la filial de diversificación de la empresa estatal Hunosa para reabrir explotaciones de minerales metálicos en España. La primera compañía que acudió a Sadim fue la canadiense Inmet, que encargó el proyecto de explotación por minería de interior del yacimiento de cobre de Las Cruces, situado a diez kilómetros de Sevilla. Después, la empresa minera Daytal Resources Spain, que pertenece al grupo minero australiano Daytal Resources Plc. Heemskirk Group, encargó a Sadim la realización de una auditoría técnica sobre la viabilidad de la mina de wolframio de Los Santos-Fuenterroble, en Salamanca, y su proyecto de explotación.

Por su parte Río Narcea Recursos S.A., que pertenecía entonces al grupo minero sueco-canadiense Lundin Mining Corporation, también contrató a Sadim para que desarrollara el proyecto de explotación por minería de interior de una parte del yacimiento de níquel de Aguablanca, situado a unos 100 kilómetros de Sevilla.

El interés de las compañías extranjeras por las minas españolas despertó la curiosidad de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que encargó a Sadim una auditoría técnico-económica sobre la reapertura de la mina a cielo abierto de cobre y hierro de La Cala, en Huelva.

Fuente: La Nueva España

Texto: Pablo Castaños

Imagenes: Hunosa y ADN.es

Enviado: Enrique Lucin.

Cmposición: Picapiedra

miércoles, 4 de enero de 2012

Nueva Sociedad Geológica Asturiana. Oviedo

Dinamizar la actividad empresarial y dar a conocer el patrimonio geológico-industrial son dos de los objetivos fundacionales de la Sociedad Geológica Asturiana (Sogeas). «Nos proponemos aumentar el impacto social de nuestras actividades profesionales», explicó Pablo Pascual, impulsor y presidente de Sogeas. El vicepresidente es Francisco Ruiz Arias.


«Nos dirigimos a un elenco amplio de potenciales miembros, que abarca desde licenciados en geología hasta ingenieros de minas y de caminos, pasando por profesionales sin titulación universitaria que trabajan en canteras, minería, medio ambiente, descontaminación de suelos o movimiento de tierras», explica Pablo Pascual, quien agrega que, en definitiva, «queremos implicar a todos los ámbitos que se mueven en el entorno de la geología».

Sogeas comenzó a gestarse hace alrededor de un año. La duda inicial de sus promotores se centraba en qué estatus jurídico era el más idóneo para los fines que perseguían. Finalmente optaron por el de asociación. «Aspiramos a tener un grado de independencia total para hablar, opinar y convertirnos en un foro de debate», señala el presidente de la Sociedad Geológica Asturiana.

Pablo Pascual sostiene que la geología asturiana, con la Facultad universitaria de esta disciplina como motor, «puede aportar mucho hacia el exterior, tanto en materia de conocimientos como de medios». «No podemos quedarnos limitados a la geografía regional», señala Pascual.

La primera actividad de la Sociedad Geológica Asturiana (Sogeas); la presentación oficial del organismo y la conferencia «Pasado y presente del yacimiento aurífero de Salave» abarrotaron la sala del Club Prensa Asturiana.
Durante el acto, presentado por el director de Sogeas, Pablo Pascual, intervino el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Jorge Marquínez, para quien, «al igual que alguien puede tener un profundo conocimiento de literatura, la geología es la base de todo y, por tanto, debe estar presente en todos los niveles educativos». En la misma línea de Marquínez, el presidente de Sogeas recalcó la necesidad de acercar la geología a la sociedad. «Nuestro principal objetivo es dar a conocer el patrimonio geológico e industrial de Asturias al público en general gracias a un proyecto de excelencia que implica a un grupo de profesionales de la geología y convertirnos no sólo en un referente, sino también en un foro de debate abierto donde quepan todas las opiniones posibles», señaló.

La conferencia «Pasado y presente del yacimiento aurífero de Salave» corrió a cargo de los geólogos Luis Miguel Rodríguez Terente y Casimiro Maldonado de Castro. A través de una proyección de diapositivas, Rodríguez Terente ofreció una visión histórica del yacimiento de Tapia de Casariego, desde la época romana hasta hoy en día, donde puso de relieve los «60.000 metros de sondeos realizados allí, una cifra enorme que no cambiará demasiado en años venideros». Maldonado expuso durante su conferencia la historia de la floración del yacimiento aurífero.

Fuente: La Nueva España

Texto: P.A.

Enviado: Manuel G.

Imagen: La Nueva Epaña

 
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